sábado, 19 de mayo de 2007

Momento crítico

"Estamos en un momento crítico de la historia de este planeta". Con estas palabras inicia la Carta de la Tierra. (puedes consultar el documento en: carta de la tierra) Nunca antes como ahora la inminencia de tener que decidir había sido tan intensa, tan radical. Es interesante ver esto desde una perspectiva existencialista. Como bien sabemos, para el existencialismo la esencia del ser humano se encuentra en su libertad. Para el existencialismo, cada decisión es una decisión a la vista de la propia muerte inminente. Vaya, ahora, en nuestro momento actual, entramos en un momento de decisión conjunta acerca de lo que nos depara: muerte o vida inminentes para todo el sistema de biodiversidad creado durante millones de años. Momento crítico en que ésto puede desaparecer. Hay cierta claridad en lo relativo a lo que se debe hacer, pero creo que lo referente al cómo, o más aun, el con qué pensamiento, es lo que aun no es nada claro. Dice la Carta:
"Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible..."
(y hasta ahí parece discurso del pelele). Pero además es algo que muchos creemos que debe hacerse, y más los conservadores que tienen históricamente un concepto de unidad que nos recuerda las monarquías: todos unidos bajo lo que el dirigente nos dicte. Pero la Carta agrega que esta sociedad debe estar:
"...fundada en el respeto a la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz"
Ups! ...con ello le damos en la torre a todos esos seres premodernos que quieren administrar la sociedad por medio de la fuerza y de alinear a todos para que cumplan con lo que es bueno (según los poderosos, claro). En efecto, los fundamentos de esa nueva sociedad global sostenible están en la paz, una que sólo nacerá de la justicia (en particular la justicia económica). Pero ello no se logra si uno sólo aplica lo que le enseñaron en sus "clases de moral", eso de ser "bueno", "pacífico", "justo". No, aplicar lo aprendido en el modo tradicional ha mostrado su ineficacia hasta ahora que estamos en un momento realmente crítico. Es necesario un cambio de visión, un reconocer algo que no se puede enseñar, se tiene que sentir, percibir como algo evidente:
"...reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y de forma de vida, somos una sóla familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común".
Esto sólo se logra por una vivencia espiritual auténtica. Sólo así se logrará el cambio requerido. Y con auténtica me refiero a algo más allá que los muchos fanatismos que nos abruman y que como ejemplo encontramos en un Bush que en el cumplimiento de su religión se convierte en un ser anti-humano. La espiritualidad auténtica es aquella que nos permita seguir las enseñanzas más trascendentales de aquellos maestros como Las bienaventuranzas (halladas en Mateo 5, 6 y 7), la no-violencia (ensañada por Gandhi), La compasión infinita (enseñada por Buda y actualmente por el Dalai Lama). Sin ese nivel de vivencia veo difícil el cambio requerido. ...y sin embargo, entendiendo con Hegel que "el hombre solo aprende del sufrimiento", creo que vivir la decadencia que se avecina nos obligará a aprender un nuevo modo de convivir. Ya en otro post profundizaré sobre la espiritualidad.

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